Cocinando en barro

Los recipientes de barro se vienen utilizando para cocinar desde hace siglos en todo el mundo. En nuestro país, platos tan tradicionales de nuestra gastronomía como las gambas al ajillo, el lechazo o la crema catalana se preparan y sirven en cazuelas de barro.

Las cazuelas, pucheros y ollas de barro permiten una cocción lenta que preserva los nutrientes de los alimentos dando como resultado comidas jugosas, tiernas y, sobre todo, muy sanas.

Otra de sus grandes ventajas es que estos recipientes pueden llevarse directamente a la mesa y conservan magníficamente la temperatura del plato servido.

Los recipientes de barro puede usarse sobre fuego, en el horno y en el microondas. Si quieres usarlos en la vitrocerámica es necesario que adquieras los fabricados de barro reflectario.

Cuando vamos a utilizar por primera vez (o también después de mucho tiempo sin usarla) una cazuela u olla de barro es necesario ‘curarla’ a fin de ayudar a cerrar el poro del recipiente y conseguir así unos resultados de utilización óptimos. Curar una cazuela u olla de barro es un procedimiento sencillo: en primer lugar, sumergimos por completo la pieza en agua durante un tiempo mínimo de 10 minutos (puedes observar que tras sumergir la cazuela en el agua comienzan a salir burbujas, eso significa que el poro se está llenando de agua).

Transcurrido ese tiempo secamos cuidadosamente la pieza con un papel o un paño y ¡lista para empezar a utilizar!
Los pucheros, ollas y cazuelas de barro son utensilios muy resistentes pero también susceptibles a los cambios bruscos de temperatura; por eso se aconseja calentarlos y enfriarlos de forma gradual. Por ejemplo, si vas a cocinar en el horno, deja que éste se caliente con el recipiente dentro en lugar de precalentarlo; déjalo enfriar completamente antes de sumergirlo en agua fría o usa siempre salvamanteles si vas a pasar el recipiente cuando está caliente a una superficie fría. Tampoco se debe calentar la cazuela si está vacía ni cortar alimentos directamente sobre la superficie esmaltada.

Si el problema es que tu cazuela ha cogido mal olor, lo solucionas fácilmente dejándola en remojo en agua con zumo de limón y bicarbonato.

Por último, solo recordarte que si estás preparando una receta en la cual no se contempla la cocción en recipiente de barro has de añadir unos 15-20 minutos al tiempo de cocción porque ese es el tiempo que necesita la olla para calentarse.

Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad y si tienes cualquier duda, ¡no dejes de consultarnos!